Cierto revuelo en el mundo sudafricano de la ovalada; la Sarfu, Federación Sudafricana de Rugby, ha recibido un tirón de orejas por parte del Parlamento, la razón: El déficit de efectivos de color en equipo nacional. Los miembros de la comisión parlamentaria de deportes han hecho frente común con el objeto de acusar a los responsables del rugby sudafricano de hacer esfuerzos insuficientes tendientes a promover la práctica del balón ovalado en la escuela y en los clubes. "El deporte no puede estar ausente de los grandes planes de acción en los que se ha involucrado el gobierno, no puede liberarse de ciertos imperativos de transformación", ha declarado al mismo tiempo Butana Komphela, presidente de la Comisión parlamentaria ad-hoc y miembro del ANC, partido actualmente en el poder desde la liberación de Mandela.
Sin embargo hay que notar una evolución al respecto y podemos destacar clubes de provincia como el del "township" de Langa el Langa Rugby Club que con 80 jugadores, 3 equipos y 6 educadores pasa por ser el más estructurado de todos los "townships" y que en conjunto con el club blanco Los Villager han lanzado en los colegios un programa de aprendizaje de rugby, cosa que antes no existía.
Las cosas con seguridad van a cambiar en el rugby sudafricano una vez finalizado el Mundial 2007. Con la nominación eminente de Peter de Villiers, actual entrenador de la M-21, a la cabeza de la selección. De Villiers será entonces el primer Negro en el cargo de entrenador de un equipo nacional que tendría que contar en sus filas con al menos 10 negros o mestizos. Jake White, actual jefe técnico, será sin lugar a dudas el último entrenador blanco del equipo nacional.