
Hay inquietud tanto en el seno del equipo de Francia, como en la afición del país organizador de la Copa en general. A pesar de las declaraciones vertidas a la prensa por el emblemático Laporte, existe en evidencia un problema en el scrum y como dice el viejo adagio: "No scrum no win"; las falencias mostradas en ese sector de juego, durante el último partido frente a los Ingleses, no dejan de alejar el trofeo Webb Ellis de las manos Galas. La convalecencia prolongada de Marconnet como consecuencia de una doble fractura tibia-peroné, los problemas de espalda y de pantorrilla izquierda de De Villiers y una posible hernia cervical de Milloud, son factores que no van a escapar a los staffs adversos a la hora de diseñar una estrategia en el scrum; Francia presenta un talón de Aquiles en primera linea, eso es indudable. Tomar a la ligera a la primera linea Argentina y todo su pack de forwards a estas alturas de la preparación premundialista, denotaría más inconsciencia que orgullo por parte de los Franceses que conocen bien a los Argentinos, basta con consultar el listado de jugadores extranjeros que militan en el rugby Francés para entenderlo así.
Y el problema es más espinudo que eso, consecuencia de una carencia de pilares de donde echar mano a la hora de designar una selección; Laporte en ese sentido a tenido que componer con lo que dispone, lo que presenta, llegado el momento decisivo, varios bemoles. Es más que probable, que a la hora de los balances finales, no faltarán las voces que se levanten exigiendo restricciones en la cuota de extranjeros en el campeonato Francés, tanto en Top 14 como en Pro D2.