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Este fin de semana entramos en tierra derecha en la competencia y tenemos cuatro partidos determinantes:
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Francia - Nueva Zelanda. Un partido donde veremos por primera vez a los Blacks en competencia, hasta el momento no han tenido confrontaciones donde se les pudo ver contestados en su juego, sobrevolaron con holgura todos los encuentros. Francia tuvo su hora de horror contra Argentina, no debían perder ese partido, por razones de calendario, ya que hubiesen evitado el partido de este Sábado, de haber terminado primeros de su grupo. No fue así. Y todo indica que probablemente su camino termine en Cardiff. Francia tiene armas para imponerse en esta confrontación: Tiene un line de calidad, con tres saltadores y un manejo en los agrupados más que correcto, cierto es, con una tendencia a demorar la salida del balón en los rucks. Son rigurosos en defensa y dos wines que pueden crear desequilibrio (Clerc y Heymans). Cuenta con el pie de Beauxis para alejar a los Hombres de Negro. Pero estos son magistrales en pelota recuperada y pueden iniciar una acción de peligro en un contragolpe, en cualquier situación y desde cualquier punto de la cancha. Además de poséer, un inmejorable juego al pie y un plantel de gran calidad, sin comparación con ningún otro elenco.
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Australia - Inglaterra. Otra confrontación, como la anterior, entre el Norte y el Sur. Destaquemos la ausencia del apertura Larkham en los Wallabies, reoperado en Marsella de una infección en la rodilla, estará ausente en este cotejo. Australia quiere vengarse de la final del anterior Mundial y tanto Gregan como el susodicho Larkham, han prolongado sus respectivas y paralelas carreras, en pos de un título de campeones en esta competencia. No habrá duelo de aperturas o de pateadores, sólo Wilkinson presente, antiguo verdugo al drop en la final anterior y su pie está en buena forma, según Tonga, no olvidemos esa diagonal para Sakey, el que marca en inmejorable posición. Wilko renace de sus cenizas, ya que desde la Copa anterior su camino ha estado plagado de lesiones, de restablecimientos, de recaídas. Y la Rosa con Wilko renace. Con la titularización de Gomarsall, de Easter y de Stevens; con Catt, Dallaglio y Vickery en la banca, Inglaterra parece definirse. Los Wallabies no tendrán una tarea fácil por delante, aunque se ven muy fuertes y con un juego de mucho movimiento, dominan los espacios a partir de lanzamientos de juego con el pie y saben hilar muy bien, a partir de una patada, los tiempos de juego.
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África del Sur - Fidji. Dos elencos del Sur que no se han encontrado desde hace 11 años. Jake White, coach sudafricano tiene un problema: Burger juega o no con el número 8, pero si los Sudafricanos ponen el acento en el juego de forwards, como lógicamente es de esperar, Fidji tendrá serios problemas, la idea es privar a los Fidjianos de balones y en ningún caso tomarlos a la ligera. Seremaia Bai jugará posiblemente de apertura, en remplazo de Nicky Little, que fue excelente en la regulación del juego, en el partido contra Gales. Para Fidji este partido es un bonus suplementario, después de haber logrado la calificación para cuartos de final.
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Argentina - Escocia. Los Argentinos, por lo visto en confrontaciones pre Mundial y en el Mundial, de ninguna forma llegan a este cuartos de final por obra y gracia del Santo Espíritu. Escocia ha mostrado un realismo al exceso, que le ha rendido frutos. Son fuertes en numerosos sectores del juego: El pack fue eficaz contra el scrum de Italia, dieron vuelta un scrum de dos, mostraron manejo en ese sector. Tiene un buen alineamiento, roban pelotas en la hilera. Tiene un apertura que ocupa muy bien el territorio con el pie (Parks), un pateador eficaz (Paterson), una tercera linea de mucho trajín y un win notable (Sean Lamont). Argentina en estado de gracia, muy fuerte en los fundamentales, line, scrum de maravilla, ha encontrado en Hernández, el generador de espacios y de peligro, de una estatura comparable a la de Hugo Porta. Se abrió una perspectiva, no abandonada hasta ahora, para este grupo humano y desde el primer partido, como un golpe en un tambor. Como dice Mario Ledesma, hooker de los Pumas: "Por qué dejar ahora de soñar"