
Septiembre 2006, Uganda.- Escolares practicando el rugby, en el seno de un equipo femenino.
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Hay hoy en día en Francia una afluencia en clubes nunca vista, de chicos que quieren practicar el rugby y en regiones tradicionalmente profútbol, como es el Norte; consecuencia de la actual Copa Mundial de Rugby. Tal inusitado interés por la pelota ovalada, implica una serie de disposiciones a tomar, por parte de la Federación Francesa de Rugby, que se ha visto confrontada a la falta de monitores benévolos en los clubes; es necesario formar adultos destinados a guiar los primeros pasos y los primeros costalazos, de toda esta generación en flor. Otro fenómeno a notar, es el interés creciente de las mujeres de toda edad por el rugby, los institutos de sondeo que se preocupan de saber: quien, a que hora, donde, de que sexo y de que edad mira la televisión, entregan resultados con cifras más que halagadoras: 45% de telespectadores de la Copa Mundial de Rugby, son telespectadoras. Lo que se traduce en una afluencia considerable de mujeres a los clubes y esta vez con el firme propósito de entrar también a la cancha. Todo aquel que ha mirado o asistido a un partido en compañía de una aquella, habrá notado de que a ellas no se les escapa lo esencial, frases como: "No los dejan jugar" o: "Si siguen así van a perder" o: "Parece que es más importante, de que no te metan trys que meter trys" o: "Yo creo que van a ser campeones, porque son los únicos que siento, que son como hermanos entre ellos", son de una justeza que desarma y todos esos argumentos que podemos avanzar en contrapartida, como: "Es que le ponen la presión" o: "El mental es lo más importante en el rugby" o: "Un dispositivo defensivo adecuado, acompañado de una ocupación al pie de la cancha, es fundamental" o: "Es que los Pumas son todos parientes", suena pretensioso y ridículo.
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Reconfortante noticia, la de saber de que no estamos solos en el mundo y que el planeta ovalado es un vasto tema de conversación.